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    • Cachera:  h   h herida causada en la cabeza (solía ser entre criaturas por una pedrada).
    • Caja: magdalena, la cual podía tener mocos si se desbordaba.
    • Calderón: juego infantil pintado en el suelo con tiza, sobre lo que se salta a la patacoja. También conocido como repringue, descanso.
    • Calimocana/o: borracha/o.
    • Calostros: leche (cuajada) que dan las vacas después de parir. Antes de venderse la leche en las tiendas, cada familia iba a por la leche a quien tuviera vacas. Cuando parían, te daban calostros.
    • Calvera: espacio dentro del monte que no tiene vegatación.
    • Cambión: camión.
    • Campano: vaso grande de vino.
    • Cantalobos: pirita de hierro; pequeños cubos de hierro que aparecían en el monte.
    • Cantear: moverse [¡sabía que lo castigaría y no se ha canteado!].

    • Capar el agua: tirar piedras planas en la balsa para que saltaran encima del agua.

    • Capuzar: meter a alguien de cabeza en el agua.
    • Cardelina: jilguero. // También dicho de un persona vivaz, algo pícara.
    • Cargante: pesada/o [¡no seas tan cargante!].
    • Carnal: referido a familiares de primer grado (tías/os, primas/os…). Le siguen los «segundos».
    • Cartetas: eran cartas viejas dobladas, con las que se jugaba a tirar contra la pared y si, al caer, montaban a las que estuvieran en el suelo, se ganaban las montadas. Servían para trueque entre los chicos.
    • Cascar: charlar (con generosidad) [¡anda que no casca este!].
    • Cascas: mondaduras de la fruta (naranja, etc.) o peladuras de las patatas [¡echa las cascas en el caldero!].
  • Casutaño: construcción pequeña. Puede utilizarse en tono despectivo o cariñoso.
  • Catapuces: bruces, con aparatosidad [se ha caído de catapuces].
  • Cazoletera/o: persona dada a meterse donde no le llaman.
  • Cegato: que ve poco. Se suele usar en sentido figurado [¡lo tienes delante, pareces cegato!]
  • Cellisca: temporal de agua, nieve menuda y viento [no se ve nada con la cellisca].
  • Cenaco: barro espeso y oscuro (especialmente el de la Balsa).
  • Cencerro: persona que repite mucho las cosas, reiterativa.
  • Cenizo: aguafiestas.
  • Cerrada: finca acotada con pared de piedra. (La más popular era la de don Santiago, en la donde se construyeron las nuevas escuelas, el bar y la piscina).
  • Chacha/e: apelativo para referirse al/a hermana/o (suele ser mayor) [¡mira el chache cómo se ríe! (y le das la papilla); ¡que se lo digo a mi chache, eh!].
  • Chandrío: estropicio, lío, fechoría, trastada. Una palabra muy escuchada en la infancia [¡menudo chandrío!].
  • Chapucera/o: que gusta de estar en todos los fregaos, vamos, aunque no le llamen. También: que hace las cosas con poca finura.
  • Charrar, Charrina: hablar mucho; persona que habla sin parar.
  • Chichotas (estar en, ir en): se dice de las crías de pájaro que todavía no tienen pluma [sé de un nido que están en chichotas]. // También de la persona que lleva al aire la piel (de rñones y vientre).
  • Chiflo: cualquier instrumento que silbara soplándole.
  • Chipiao: mojado
  • Chiripa: suerte casual [ha acertado de chiripa].
  • Chotis: lugar donde se colocaba el bolo (canica) en la salida en este juego.
  • Choto: enojo, enfado.
  • Chuleta: persona altiva, chula.
  • Chupón: carámbano, agua helada que cuelga de las tejas de los aleros.
  • Ciemo: estiércol, fimo [huele mal la calle porque están sacando el ciemo].
  • Cina: facina, montones de paja en las eras o de alpacas en las fincas.
  • Cinta: película.
  • Civera: velocidad [¡menuda civera lleva!].
  • Cochina/o: cerda/o (animales).
  • Codujón: excremento de las caballerías. // También bola formada en los colchones de lana. // También utilizada en expresión con significado «hasta el fondo».
  • Coger un capazo: pararse a hablar con alguien en la calle durante un largo periodo de tiempo.
  • Cogote: parte superior del cuello [le ha dado en el cogote]; también usado en  expresiones como sinónimo de harto [me tienes hasta el cogote].
  • ¡Cojona!: exclamación de contrariedad o de enfado (principalmente utilizada por las mujeres) [¡cojona con el gato; ¡Vete de ahí, cojona!!].
  • Comerse la lumbre: arrimarse mucho al fuego.
  • Componedor: Ambulante que estañaba objetos domésticos (calderos, cazuelas…). Su figura solía ser utilizada por las madres para que las criaturas desconfiaran de la gente desconocida. (asimilándolo, a veces, al sacamantecas). 
  • Con mí, con tí: conmigo, contigo [ven con mí; me han dicho que la vieron con ti].
  • Convite: comida o refresco que se da a alguien.
  • Coscurro: extremos de la barra de pan [lo que más me gusta es es coscurro].
  • Corte: pocilga de cochinos/as.
  • Coser, cosida: en el juego de la pelota, cuando da en el ángulo entre el suelo y la pared, no botando, saliendo la pelota rodando.
  • Cosque: además del golpe con nudillos en la cabeza, también se emplea para señalar las abolladuras de las cazuelas de porcelana (cuando pierden ahí el baño).
  • Crisma: cabeza [se ha roto la crisma].
  • Cuantismo: cuantísimo [cuantismo ruido hacen estos músicos].
  • Cuartillo: medida para leche [¡coge la lechera y ves por la leche!, tiene que darte dos cuartillos].
  • Cuarterón: paquete de picadura de tabaco para liar con el librillo.
  • Cuartoscuro: habitación interior utilizada como despensa; allí estaba la fresquera [¡os he dicho que cerréis siempre la puerta del cuartoscuro!].
  • Cucha, cucho: mano izquierda. También adjetivo [juega mejor con la cucha; es cucho].
  • Cucharones / Cucharetas: alevines de rana, crías (con cabez gorda) [esta tarde iremos a la balsa a coger cucharones].
  • Cucos: lunares en un vestido; por ejemplo, una camisa a cucos.
  • Cuerda: cordel corto que sirve para abrir las cerraduras desde fuera [cuando vengas por la noche, quita la cuerda].
  • Culebrilla: relámpago.

 

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