Nevera

La nevera o nevero (cava de neu, elurzulo) es un pozo de nieve que servía para guardar este bien con el fin de utilizarlo en las épocas del año en que no estaba a mano. Su función se orientaba, en especial, hacia tres objetivos: a) conservación de alimentos (al igual que el adobo, la salmuera o las conservas); b) fines medicinales y terapeúticos (rebajar la temperatura de la fiebre, para tiempos de epidemia y cólera, detener hemorragias, calmante y antiinflamatorio en fracturas, enfriar las sábanas…); c) actividades festivas y de placer (tomar bebidas y alimentos fríos). Hubo varios tratados de medicina que hablaban de las propiedades medicinales y terapéuticas de la nieve.


Nevera Para que hiciera de frigorífico, se excavaba un círculo en la tierra, el cual constituía la mayor parte de su volumen; desde el fondo se construía una pared circular, la cual sobresalía algo por encima del nivel de la tierra y se cubría con bóveda (para que almacenase arriba el aire caliente); en el caso de la de Castilruiz, la bóveda se hizo por hileras concéntricas de aproximación, es decir cada vez de menor diámetro (falsa bóveda). Solían tener un método de desagüe para evacuar el agua.

Cuando se iban a retirar las nieves, se comenzaba a llenar la nevera; según se echaba la nieve, se iba pisando para convertirla en hielo; cuando se formaba una capa de cierto grosor, se cubría con paja o tierra, para a continuación hacer la misma operación hasta que se llegaba arriba. Al llegar el verano comenzaba su comercialización partiendo el hielo en trozos. En el caso de tener que transportarlo a otros lugares, se hacía por la noche, dentro de serones de las caballerías, con el fin de que no se derritiera.
El origen de los neveros es antiguo y ya se conocía hacia el año 2000 antes de nuestra era en Oriente y, después, en época romana. En España se extendió la construcción de neveros a partir del siglo XVI y fueron numerosos en la zona de Levante, donde todavía hoy se conservan algunos notables, así los de la Font Roja de Alcoy. Era el modo de disponer de frío no solo en los pueblos, sino también en las ciudades, lo que exigía un buen número de trabajadores, los cuales se desenvolvían en condiciones penosas al no tener ropa ni calzado preparado para esta actividad heladora. Eran construidos por la nobleza o los ayuntamientos, que o bien lo explotaban directamente o lo adjudicaban a particulares. En estos casos, al ser una actividad económica, estaba sujeta a impuestos y, en su caso, a pago de aranceles. La llegada del frío industrial a finales del siglo XIX, fue haciéndolos desaparecer, máxime cuando se demostró que la nieve transmitía microbios si se consumía.

Puede verse información de otros neveros en wikipedia.