Casazas, casonas, calles, agua corriente

Casazas, casonas, calles, llegada del agua corriente


Casazas o casonas.  

Castilruiz contó en su tiempo con algunas casazas o casonas de  buenas dimensiones, con escudos bien conservados, no conociéndose bien su identidad, origen o motivo de sus antepasados. Aunque son antiguas, aún se mantienen con dignidad. En la que se llamaba la casaza que últimamente era -en parte- un solar, han construido alguna vivienda y mantenida la antigua. Alguien había oído contar a los antepasados que a mitad de siglo pasado aún había restos de habitaciones con pinturas de valor y que dos balcones con fachada a la calle los habían llevado a Ágreda en aquella época.  

En la parte baja del pueblo existen otras dos o tres casonas con sendos escudos bastante bien conservados. 

Otra casona es la que se dice era la casa solariega de los Gómez  de la Serna que actualmente está dividida entre varias familias. Un Gómez de la Serna tiene en la Iglesia una inscripción en una columna, entrando, a la derecha. Parece ser que los Gómez de la Serna tienen una antigua relación con el pueblo. Hoy también es historia. 

En los últimos años se están derribando muchas casas por encontrarse en muy mala condiciones. Y otras se venden a gentes de las provincias cercanas para fines de semana o para vacaciones. 

Calles. 

El pueblo está edificado en desnivel, sobre un montículo al abrigo del cierzo, y como una posible expansión(¿?) del castillo. Así, el agua corre con facilidad; a veces, forma una gran regachera o yasa a su paso por las calles.

Desde el castillo, que podría haber sido el origen del pueblo, parten varias calles. Además de las plazas de la Placilla y la Plaza Mayor. Tenía antiguamente nueve o diez calles llamadas: la Carrera, Cantarranas, La Lombilla, la Placilla,  Cabriada,  Tanerías (Tenerías?), San Roque, Bajera, Amargura. Actualmente existen algunas más por el aumento de la edificación: como carretera de San Felices, de Fuentestrún…  

Agua corriente.  

Hasta hace relativamente poco, el pueblo se servía para beber de un pozo que está a un kilómetro aproximadamente y que daba un agua de muy buena calidad.  

Hasta los años 60 se traía el agua con caballerías, con aguaderas y cántaros de barro, desde la fuente. Por ese tiempo se trajo al pueblo (a un depósito situado en un huerto del barranco), y desde allí lo subieron a un depósito construido en el castillo,  y más tarde a un lugar sobre un cerro. Y desde allí se conduce a las casas, enterrando las cañerías, por todas las calles del pueblo. Fue una de las obras, junto con la llegada de la luz, más importante.  

Abrir el grifo y que salga un chorro de agua, es una maravilla y uno de los mayores logros (que forma parte de la cultura del agua e influye en el comportamiento humano, en sus hábitos y costumbres), pues nuestro pueblo siempre fue deficitario en el bien llamado tesoro del agua. 

El trajín de traer agua. Toda  familia debía disponer de una caballería para traer el agua en aguaderas de cuatro cántaros. Una persona estaba casi dedicada a traer agua a la casa. El agua se vertía en una o más tinajas y de allí se sacaba para los menesteres de la casa. Una persona, un animal, las aguaderas y los cántaros formaban parte del trajín diario. A veces había que buscar cántaros, un animal o las aguaderas..  

Para los animales hay otra  fuente llamada el “Rejete o regete”  con un pilón o abrevadero para las caballerías; y un lavadero que servía para aclarar la ropa de la colada. Se lavaba en otro lavadero que existe próximo a la fuente antes citada. La ropa lavada o para lavar se llevaba sobre la cabeza de las mujeres. 

En el rejete hay también una balsa que recoge el agua sobrante del pilón y del regete. 

El agua de la fuente del regete venía conducida por unas alcanduces (debe ser arcaduces, de arcaduz) desde la parte norte del pueblo (Ribazodordo?) del manantial hallado en un barranco que se llamaba fuente de Pintalá. 

Como las dos fuentes no aportaban el suficiente caudal se hicieron varias perforaciones en los años 50-60 en los Hoyos de Cañimoraque; y en los 70 al 80, siendo alcalde Afrodisio Martínez, se hizo una captación por la misma zona obteniéndose un manantial muy copioso.