Poema de Deme Orte
La ballena que ríe.
En el parque de mi pueblo,
el que hay junto a la escuela,
no hay zoo sino un parque
temático con el tema
de la vida en alta mar.
Tal vez te cause sorpresa.
A mil metros de altitud
puedes ver una ballena,
un pez espada escamado,
una dorada, una estrella,
una tortuga y un pulpo,
un cangrejo con botella
enarbolada en su pinza
con pinta de melopea,
un banco de pececillos
y otros bancos de madera
para sentarse a charlar,
pero fuera de la cerca
del parque con tobogán
y columpios donde juegan
los bebés, niños y niñas.
¿Qué pinta una ballena
en un pueblo de secano?
Sonríe a quienes pasean
y se ríe de su sino,
se ríe de la leyenda
del burro ahogado en la balsa
por la que las malas lenguas
dan mote a los castilruizos:
balleneros, balleneras
de sobrenombre nos llaman.
¡Pues título es de nobleza!
Porque a gala nos tomamos
como icono la ballena.
La lucimos en el parque
y pintada en camisetas.
Una ballena que ríe,
su sonrisa nos alegra,
a pesar de la tirita
en la herida que una piedra
le causó quién sabe cuándo.
La gente de Castilruiz
de ser gente ballenera
orgullosa está y feliz,
canta y baila sanjuaneras,
rumbas, jotas castellanas
y jotas aragonesas,
pero también vallenato,
que cualquier música alegra
a la gente de este pueblo
cuando celebra sus fiestas,
y que tiene quien le anime,
quien le pinta y quien le versa.
¡Viva siempre Castilruiz!
Deme Orte . Septiembre 2015