El fantasma de Castilruiz

El fantasma de Castilruiz (romance aprócrifo)  

 


Poema escrito por Demetrio  Orte Jiménez

 

 El pueblo de Castilruiz
de la soriana comarca
de las tierras agredeñas
o también La Rinconada
tiene nombre de castillo
porque castillo albergaba.
Queda el montículo altivo
como depósito de agua
y una calle con su nombre
que arranca desde la plaza.
Y poco más, pues sus piedras
los habitantes usaban
sin acarrear de lejos
para construir sus casas.
El castillo iba menguando
según el pueblo aumentaba.  
Cual castillo que se precie
de la oscura edad mediana
no se priva de leyendas
y una es la del fantasma
que habitaba en el castillo
dicen que en una tinaja
y que después emigró
y por el contorno vaga.  
 
Pero no teman los niños,
que no es un triste fantasma
ni va por ahí dando sustos
ni los visita en la cama.   
Dicen que en la noche oscura 
sale de ronda con capa
a la ermita de San Roque
y con su perrito habla
si es verdad que un tal Ramón
Ramírez para más marca
 le cortó el rabo de un tajo
o eso es pura falacia.  
 
Una vez que fue al Rejete
un burro estaba en la balsa
bebiendo en medio del cieno
y se ahogó pues no nadaba
y uno que lo vio flotando
desesperado gritaba:
¡He visto una ballena
navegando por la balsa!
Desde entonces malas lenguas
a los castilruizos llaman
“los balleneros” de mote,
y son objeto de chanza.   
 
El fantasma del castillo
 no es un malvado canalla.
Es un fantasma travieso
que se divierte con gana.
Un día, al panadero
le enseñó a hacer con maña
un bocadillo que lleva
chorizo que el ojo engaña
porque dentro va escondido
un trozo de dura tabla .   
 
Como fantasma que es
inspira a otros fantasmas
que chulean por el pueblo
aparentando con facha:
no tienen dinero dentro
pero arreglan la fachada;
van de farol en farol
cuando juegan a las cartas;
o dicen que tienen trigo
y lo que tienen es paja.
Así que haberlos haylos
no uno, muchos fantasmas.      
¿Y el fantasma del castillo?
¿dónde se esconde el fantasma?
Hay quien dice que se oculta
entre los tubos y tablas
del órgano de la iglesia
,que en silencio descansa.
Cuando se restaure el órgano
y se oiga música sacra
saldrá el fantasma volando
pues no es devota su alma
de estar quieta en una iglesia
si hay música en la plaza.   
 
Otros dicen que se esconde
en la callada campana 
del reloj que no funciona
y mira triste la plaza.
Cuando algún día se arregle
y suenen las campanadas
saldrá volando pues él
vive en una eterna estancia
sin reloj, tiempo ni espacio.
No tiene prisa, y su alma
no necesita de horarios.    
 
Otros dicen que el fantasma
habita en la nevera,
en la oscuridad y calma
del pozo bien enrejado
y si te asomas, te llama.
Pero ya nadie se asoma;
la nevera está olvidada
pues las modernas neveras
la han dejado trasnochada.
Sólo una peña festiva
que lleva su nombre a gala
 la recuerda con las fiestas 
y en memoria del fantasma
 legendario del castillo.   
 
Tal vez habite la casa
casi en ruinas del Maestro.
Y si un día se restaura
y se dedica al pueblo
huirán otros fantasmas
de fatídica memoria
en aquella escuela rancia:
“la letra con sangre entra”
y el recuerdo de la vara
con que el maestro en los dedos
en castigo nos pegaba.  
En la casa del Maestro,
en la escuela y en la plaza
habrá un fantasma festivo
de fantasía y de magia,
de cultura, de respeto
y convivencia más sana.  
Y el fantasma del castillo
será el amigo fantasma
de los niños y las niñas
de Castilruiz y comarca.
La leyenda se hará cuento
de final feliz . Pues basta
para ser feliz un rato
con creer en el fantasma
del castillo en Castilruiz.  
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

 



Publicado 25 mayo, 2009 por admin in category "Rincón literario